KOSOVO NO SE VENDE

El Fiscal serbio para los crímenes de guerra esta investigando las docenas de informes de serbios capturados por los terroristas del UCK y actuales miembros del gobierno kosovar, durante la guerra de Kosovo, que fueron asesinados para traficar con sus órganos.

La Oficina Serbia del Fiscal recibió informaciones “informales” de investigadores en el Tribunal de La Haya los que contaban como docenas de serbios encarcelados por los albaneses de Kosovo fuero llevados a Albania, en 1999, y asesinados, siendo sus órganos extirpados y vendidos a traficantes internacionales.

Bruno Vekaric, portavoz del Fiscal, dijo más adelante que los investigadores serbios también han recibido su propia información sobre el asesinato y el tráfico de órganos, pero sin llegar a las pruebas definitivas para abrir un proceso penal, por el momento.

También recibieron información sobre la existencia de posibles fosas comunes, donde estuvieran los cuerpos de los serbios asesinados.

Carla del Ponte  ex Jefe de la Fiscalía del Tribunal de La Haya para crímenes de guerra, tiene preparado un libro, “La Caza”, a este respecto que será publicado a principios de abril en Italia.

Según del Ponte, recibió informaciones de más de 300 serbios asesinados brutalmente con el objeto de traficar con sus órganos.

Las víctimas, capturadas por albanokosovares, eran llevadas a campos de concentración en el norte de Albania, donde los más jóvenes y aptos eran seleccionados, para extirparles sus órganos y ser vendidos en el mercado internacional.

«Las víctimas fueron secuestradas probablemente después de los bombardeos de la OTAN y la entrada de las fuerzas internacionales para el mantenimiento de la paz en Kosovo». Incluso altos miembros del ELK han participado en la operación de contrabando de órganos, Del Ponte escribe, pero no especifica sus nombres.

En el verano de 1999, los albaneses de Kosovo transportaron con camiones unos 300 secuestrados no-albaneses a los campamentos de Kukes y Tropoja, en el norte de Albania. Los prisioneros más jóvenes y saludables fueron examinados antes de ser detenidos en la ciudad albanesa de Burel y sus cercanías. El grupo sometido a cirugia fue encarcelado en una barraca detrás de una ‘casa amarilla’ 20 kilómetros al sur de la ciudad de Burel. Miembros del Tribunal del Haya habían llegado a esa casa de estilo colonial en 2003, sobre la base de una serie de testimonios, donde hallaron restos de sangre y material médico descartable.

En una habitación que se utilizaba como un quirófano, los cirujanos extirparían los órganos de las víctimas. Los órganos fueron transportados via el aeropuerto de Rinas cerca de Tirana (la capital de Albania) a las clínicas en el extranjero.

Las víctimas que quedaran con un riñón se mantendrán cerradas y más tarde asesinadas antes de la

extirpación de otros órganos. «Otros prisioneros en la barraca sabían lo que iba a ocurrir a ellos», escribió Del Ponte.

La oficina de la ONU en La Haya, para la ex Yugoslavia, parece que hizo caso omiso de estas informaciones, pues si fue una supuesta limpieza étnica por parte de Yugoslavia la que justifico los bombardeos, estos indicios desmontarían esta teoría.

Cientos de serbios siguen desaparecidos tras la guerra del 98-99. La firmeza de la respuesta serbia a la rebelión, persecución y asesinatos por parte de los albaneses, provocó los ataques de la OTAN contra Serbia. El resultado: los serbios sufrieron y lo siguen haciendo. Los albaneses de Kosovo tienen su Estado, financiado por la droga, la delincuencia, prostitución, y ahora sabemos que también con el tráfico de órganos.

KOSOVO NO SE VENDE & Darío D.